El amor salvador de Dios es el compromiso de Dios de hacer todo lo que sea necesario para cautivarnos con aquello que nos produce satisfacción más profunda y duradera: Él mismo. Somos pecadores y no tenemos derecho, ni deseo de que Dios nos cautive; por consiguiente, el amor de Dios cuenta con un plan de redención para darnos ese derecho y ese deseo.

El bien principal y la meta más elevada del evangelio es contemplar y deleitarse en Dios mismo, siendo cambiado a imagen de su Hijo para que nos deleitemos y mostremos más y más la belleza y valía infinitas de Dios.

Leave a Reply